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Recordando a Ernesto Sabato


En en puerto de Alicante, 2011

Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obra de las casualidades, sino que nos estàn misteriosamente reservados. 
Cuantas veces en la vida me ha sorprendido como, entre las multitudes de personas que existen en el mundo, nos cruzamos con aquellas que, de alguna manera, poseían las tablas de nuestro destino, como si hubiéramos pertenecido a una misma organizaciòn secreta, o a capìtulos del mismo libro.
!Nunca supe si se los reconoce porque ya se los buscaba, o se los busca porque ya bordean los aledaños de nuestro destino.
Ernesto Sabato