El río Sella, que desemboca en la misma playa, crea un estuario de los más bellos de Asturias.
A pie de playa descubrimos las construcciones de la aristocracia y la alta burguesía que llegaban a la playa atraídos por el fenómeno balneario de moda por aquel entonces, por iniciativa de los marqueses de Argüelles, en 1910.
La playa forma parte también del Camino de Santiago.