Bajo el dominio musulmán, la población se trasladó de la costa al interior, en el Cerro del Espíritu Santo.
Fue reconquistada en 1488 por Fernando el Católico. En 1494 los Reyes Católicos le concedieron el título de muy Noble y muy Leal Ciudad, fueros y reconocimiento como ciudad.
El siglo XX trajo al municipio un nuevo desarrollo económico de mano de la minería, en Sierra Almagrera (Cuevas del Almanzora), de la floreciente agricultura y, actualmente, de un turismo creciente y de una industria emprendedora.