Actualmente se conserva el perímetro del castillo, rodeado de un foso que se halla casi íntegro. Los muros de mayor importancia, el patio de armas y la torre del homenaje también.
Después de cuatro años de obras, el pasado 2009 concluyeron los trabajos de recuperación y consolidación de las estructuras defensivas y El Castillo de Zamora pudo abrirse al público para su visita.
Se trata de una de las obras más importantes dentro del recinto amurallado de la propia ciudad.