Su historia empieza con la concesión de la carta puebla por Alfonso X el Sabio el 17 de octubre de 1270. Lo cual significó un crecimiento muy sustancial de la villa que llevará a la construcción de esta iglesia.
La cabecera fue reconstruida probablemente a finales del Siglo XV.
Está construida con sillares de piedra bien labrados. Del exterior destaca su fachada principal, conformado por un arco apuntado con cuatro arquivoltas, guardapolvo, imposta y ocho columnas con los fustes decorados.
En el interior su única nave está cubierta con armadura de madera.